martes, 4 de agosto de 2009

Reseña: Un mundo de talento (Philip K. Dick)

Un mundo de talento
(The variable man and other stories, 1957)
Philip K. Dick
Colección Nebulae, Primera Epoca EDHASA, 1967

Un mundo de talento (A World of Talent, 1954)
La segunda variedad (Second Variety, 1953)
Automación (Autofac, 1955)

Philip K. Dick, para suerte mía, no necesita mayor presentación para el lector habitual de ciencia ficción. Su obra es una de las más difundidas a nivel mundial, habiéndose convertido en el mascarón de proa de los autores del género que han pasado al campo de los “reconocidos” por el ámbito académico tradicional. Sí amigo lector, ahora puede hacer su tesis sobre Philip K. Dick sin temor a que el asesor le pregunte por qué no investiga algo más serio. Si los gringos lo aceptan, con mayor razón también nosotros. Por cierto, esta inmersión en el océano de la literatura “seria” no nos impide disfrutar a Dick, sobre todo a éste Dick, el de los cuentos legibles y los finales sorpresa. Un punto para EDHASA Nebulaepor haberlo publicado.
El presente volumen tiene tan solo tres historias de P. K. Dick. La primera de ellas, Un mundo de talento , nos muestra un terrible futuro en el cual los seres humanos normales deben aprender a convivir con mutantes dotados de poderes síquicos. Hay mundos poblados por telépatas, precognitores, telecinéticos y otros seres psiónicos (así pone la traducción). Los humanos normales, obviamente, ven a estos seres como una amenaza, de modo que los protagonistas habrán de hilar fino para que el conflicto sea evitado. Hay muchos poderes psíquicos y muchos mutantes, pero no todos son iguales, ni tienen los mismos objetivos. El siguiente relato es el famosísimo Segunda variedad, llevado dos veces a la pantalla. En el marco de la, entonces, inevitable guerra soviético-norteamericana, se desarrolla un arma automática con capacidad de evolucionar hacia formas más eficientes. Y vaya que lo hace, al punto de simular “variedades” de seres humanos que operan como señuelos para acabar con los últimos reductos en los que sobreviven los seres humanos (es que la guerra fue total…). Se conocen la primera y la tercera variedad de estos mortales androides, pero ¿y la segunda? Dick empezaba ya con sus especulaciones acerca de la identidad y las realidades aparentes. Como cierre, tenemos el irónico y pesimista Automación, (quizá una forma más correcta de traducirlo sería Automatización, pero esto es apenas relevante). Otra vez estamos en un mundo devastado, con sobrevivientes humanos diezmados sobre la faz de la Tierra. Pero no están abandonados a su suerte: factorías subterráneas totalmente automatizadas se encargan de proveer sus necesidades, sintetizando alimentos o confeccionando ropas, siguiendo una lógica imposible de quebrantar, según la cual los humanos se encuentran aún en guerra. Al intentar acabar con estas factorías automáticas, los humanos pondrán en marcha un nuevo y más radical nivel de automatización.
El maestro Dick tiene cuerda para rato…

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