miércoles, 5 de agosto de 2009

Reseña: El cromosoma Calcuta (Amitav Ghosh)



En 1898, el comandante Ronald Ross, del Cuerpo Médico de la India, descubrió cómo transmiten la malaria los mosquitos. La historia del descubrimiento puede leerse en la siguiente dirección: http://es.wikipedia.org/wiki/Ronald_Ross
Bueno, digamos que esa es la historia oficial, vista desde un punto de vista occidental. Amitav Ghosh, tomando esa historia como punto de partida, ha construido una excelente ficción según la cual el descubrimiento del virus de la malaria tuvo otras causas, además de la investigación llevada a cabo por el médico inglés.
Ghosh parte de la poco conocida biografía de Ronald Ross, un oficial médico anglo-indio que estuvo en el lugar preciso en el momento preciso. Pero estas circunstancias no parecen haber sido casuales. En efecto, ¿puede creerse que los propios hindúes, en permanente contacto con los avances occidentales de la época, hayan mantenido una actitud indolente y desinteresada respecto a la posibilidad de descubrir el remedio para una enfermedad causante de gran mortalidad en su propia población? Entre otras cosas, esta novela ataca ese mito racista que supone que los pueblos no caucásicos carecen de aptitudes para la ciencia.
El caso es que una suerte de sociedad secreta ha venido actuando en las sombras, desde los tiempos de Ross hasta el presente. Una sociedad que tiene más de una cara. En efecto, ¿puede tener intenciones malévolas una organización que contribuye al descubrimiento de la cura de una enfermedad como la malaria? Si y no. Por que parece ser que estas investigaciones iniciadas en tiempos de Ross, que incluyen la observación de virus y de los efectos de otras enfermedades como la sífilis, han dado lugar a otros descubrimientos trascendentales, como puede serlo la inmortalidad… Y ese es un descubrimiento que la misteriosa organización —cuya fachada es un culto religioso secreto— no está dispuesta a compartir con el resto de la humanidad.
El hilo conductor que lleva al programador egipcio Antar hacia los entretelones vinculados al descubrimiento del virus de la malaria es una vieja tarjeta de identidad hallada en la basura. Antar, experto en informática, descubre que la tarjeta de identidad perteneció a L. Murugan, empleado de la misma empresa desaparecido en Calcuta en 1995. Como dice el texto de la contraportada, la novela rastrea las aventuras del enigmático Murugan y la extraña verdad de lo sucedido años atrás en el laboratorio tropical de Ronald Ross. Durante esas aventuras, podremos también conocer otros aspectos de la sociedad hindú, como su comida y sus costumbres religiosas. Planteada a modo de investigación casi policial, EL CROMOSOMA CALCUTA nos demuestra que la investigación científica —de la cual se dan algunos detalles— puede ser igual de apasionante. Y que no hay pueblos negados para la misma.
Y, sobre todo, que sus resultados pueden ser impredecibles.

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