martes, 4 de agosto de 2009

Reseña: Hijo del tiempo (Isaac Asimov & Robert Silverberg)

Hijo del tiempo (The ugly little boy)
Plaza & Janés, 1992
Isaac Asimov y Robert Silverberg

Hará cosa de 20 años, vi en la televisión una producción titulada “Tres historias siniestras y peligrosas”. La verdad, las dos primeras no me impresionaron gran cosa, pero la tercera, “El niño feo”, basada en un cuento de Isaac Asimov, fue impactante: un niño neanderthal es trasladado desde su época hasta la nuestra, en la cual desarrolla un vínculo afectivo con la enfermera encargada de atenderlo. Años después, Asimov y Robert Silverberg se darían la mano para redactar la versión larga de “El niño feo” (The ugly boy), que Plaza & Janés traduce como “Hijo del tiempo”. Aparentemente, la historia es la misma, pero tiene el añadido de ofrecer dos tramas situadas en distintas edades en el tiempo: de un lado, las vicisitudes de una tribu de neanderthales entrando en contacto con homo sapiens hace unos cuarenta mil años; del otro, los problemas que se originan en el presente (o no tan distante futuro) al traer a nuestra época a un niño neanderthal, de aspecto bastante espantoso y con pocos visos de lo que llamaríamos “humanidad”. Para atender y controlar a este niño es que se contrata a la señorita Fellowes, competente enfermera a quien no le ha ido muy bien en su vida sentimental. La enfermera Fellowes deberá luchar contra su inicial –¿atávica?- aversión al niño neandertal, a quien terminará amando como a un hijo. Pero el destino del niño – bautizado como Timmie- está decidido: debe volver a su tiempo (el prodigio que permite su presencia en nuestra época tiene un coste muy alto de energía) en un plazo perentorio, precisamente cuando está dando lo mejor de sí, demostrando poseer un lenguaje y una inteligencia “normal”.
Mientras tanto, hace cuarenta mil años, la tribu de la que es originario Timmie atraviesa por diversas crisis: el anciano lider está al borde de la muerte, y una mujer, La que sabe, empieza a cuestionar todos los aspectos en los que se basa la existencia de los neanderthal: las relaciones entre los sexos, las tácticas de guerra, los mensajes de los dioses, y por encima de todo, la perenne amenaza que son los Otros, seres feísimos y de miembros desgarbados, de altas frentes y caras chatas de mentones monstruosos… Los neandertal se ven acorralados por estos Otros, al punto que ya no tienen a donde huir (los motivos de esta huida no son muy claros, el hecho es que ambas especies de homo sapiens no se llevan bien). Para colmo, no pueden entenderse unos a otros. Una guerra es inminente.
Hace tiempo que no leía una historia que fuera un ejemplo tan preclaro de lo que significa “instruir deleitando”. Nuestra propia sociedad es objeto de una crítica en sus aspectos más detestables: el racismo, la ignorancia, la incapacidad de sentir siquiera un mínimo de empatía por el “otro”, la utilización del ser humano como medio y no como un fin en sí mismo. De paso, el lector se hará con más de un dato interesante sobre el hombre de neanderthal y sobre las condiciones de vida de hace cuarenta mil años. Sin contar con un final que, sin alterar el ya conocido de la versión original, abre las puertas a más de una especulación sobre el verdadero destino de los neanderthales. Una lectura que, sin ser una obra maestra, resulta bastante entretenida e ilustrativa.

1 comentario:

  1. Isaac Asimov ha sido siempre mi escritor de ciencia ficción favorito, no solo por lo entretenido de sus historias sino porque comunica sus conocimientos sobre astronomía y ciencia de una manera divertida y para nada aburrida.

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