De no haber sido por el estupendo libro de David Pringle "Literatura fantástica. Las 100 mejores novelas", nunca hubiera sabido acerca de esta maravillosa obra.
Pringle la califica como novela fantástica, dentro de un tipo de fantasía bastante negra que difiere de las novelas de horror o las de Tolkien.
Desde otro punto de vista, La pasión de la nueva Eva puede considerarse también como de ciencia-ficción, mas que nada, por los escenarios y procesos que sufre el/la protagonista.
Así, se nos presenta a un joven inglés llamado Evelyn, sufrido admirador de una antigua estrella de cine norteamericana, Tristessa de Saint Ange. Evelyn viaja a los EE.UU., a una Nueva York sórdida en la cual conocerá a una joven negra a la que embaraza. Temeroso de las consecuencias, Evelyn la abandona, enrumbando hacia el desierto de Arizona. Y aquí empieza lo increible, la pasión de la nueva Eva. Porque Evelyn será capturado por una tribu de mujeres que vive en cuevas subterráneas, regida por la Madre, jefa y diosa de un culto creado por ella misma. Esta Madre, una cirujana que se ha implantado una hilera de pechos siempre llenos de leche, castrará a Evelyn y lo convertirá en una hermosa mujer, Eva (en inglés, Eve), a quien destina a ser fecundada por su propio semen (o mejor dicho, el semen de Evelyn).
Eva vuelve a huir, para ser capturada por otro grupo de mujeres, un grupo de sumisas amantes/esclavas de Zero el poeta, un machista brutal y cojo que somete a las mujeres a su particular manera de concebir las relaciones humanas. Eva, convertida en una de sus mujeres (el cambio operado en él está tan bien hecho, que no despierta sospechas), participará también en una incursión a la mansión de Tristessa de Saint Ange, y Eva conocerá de ella más de lo que hubiera sospechado.
Hay un tercer grupo, acaso el más inquietante, y es el Ejército de los Niños. Los conflictos sociales del país llegan a tal extremo, que un grupo de niños (huérfanos recientes) provenientes de familias adineradas, se organizan como un ejército, armas y vehículos incluidos, para resistir el embate de las fuerzas del cambio. Una mezcla de fascismo y mesianismo, avivados por una identificación mas o menos homosexual con el líder, es la ideología de este grupo de niños, que no deja de añorar un mundo con algo más de orden.
Tras cruentos enfrentamientos entre los diversos grupos que buscan lograr la primacía unos sobre otros, Eva deberá decidir si continúa con su nueva condición de mujer, o vuelve a ser el hombre que alguna vez fue.
Como se lee, los elementos de ciencia ficción son muy pocos. El universo de Evelyn/Eva es mas o menos atemporal, y su transformación en mujer no es un milagro para el estado actual de la medicina, si dejamos de lado la capacidad de procrear (y por ende, de menstruar) que tiene Eva.
En fin, si bien los límites de género para calificar a esta novela pueden ser difusos, es de todas maneras una lectura muy recomendable.
Pringle la califica como novela fantástica, dentro de un tipo de fantasía bastante negra que difiere de las novelas de horror o las de Tolkien.
Desde otro punto de vista, La pasión de la nueva Eva puede considerarse también como de ciencia-ficción, mas que nada, por los escenarios y procesos que sufre el/la protagonista.
Así, se nos presenta a un joven inglés llamado Evelyn, sufrido admirador de una antigua estrella de cine norteamericana, Tristessa de Saint Ange. Evelyn viaja a los EE.UU., a una Nueva York sórdida en la cual conocerá a una joven negra a la que embaraza. Temeroso de las consecuencias, Evelyn la abandona, enrumbando hacia el desierto de Arizona. Y aquí empieza lo increible, la pasión de la nueva Eva. Porque Evelyn será capturado por una tribu de mujeres que vive en cuevas subterráneas, regida por la Madre, jefa y diosa de un culto creado por ella misma. Esta Madre, una cirujana que se ha implantado una hilera de pechos siempre llenos de leche, castrará a Evelyn y lo convertirá en una hermosa mujer, Eva (en inglés, Eve), a quien destina a ser fecundada por su propio semen (o mejor dicho, el semen de Evelyn).
Eva vuelve a huir, para ser capturada por otro grupo de mujeres, un grupo de sumisas amantes/esclavas de Zero el poeta, un machista brutal y cojo que somete a las mujeres a su particular manera de concebir las relaciones humanas. Eva, convertida en una de sus mujeres (el cambio operado en él está tan bien hecho, que no despierta sospechas), participará también en una incursión a la mansión de Tristessa de Saint Ange, y Eva conocerá de ella más de lo que hubiera sospechado.
Hay un tercer grupo, acaso el más inquietante, y es el Ejército de los Niños. Los conflictos sociales del país llegan a tal extremo, que un grupo de niños (huérfanos recientes) provenientes de familias adineradas, se organizan como un ejército, armas y vehículos incluidos, para resistir el embate de las fuerzas del cambio. Una mezcla de fascismo y mesianismo, avivados por una identificación mas o menos homosexual con el líder, es la ideología de este grupo de niños, que no deja de añorar un mundo con algo más de orden.
Tras cruentos enfrentamientos entre los diversos grupos que buscan lograr la primacía unos sobre otros, Eva deberá decidir si continúa con su nueva condición de mujer, o vuelve a ser el hombre que alguna vez fue.
Como se lee, los elementos de ciencia ficción son muy pocos. El universo de Evelyn/Eva es mas o menos atemporal, y su transformación en mujer no es un milagro para el estado actual de la medicina, si dejamos de lado la capacidad de procrear (y por ende, de menstruar) que tiene Eva.
En fin, si bien los límites de género para calificar a esta novela pueden ser difusos, es de todas maneras una lectura muy recomendable.
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