Pablo De Santis
Ediciones Destino S.A.
Colección Ánfora y Delfín
Buenos Aires, 2000
El teatro de la memoria combina de manera magistral (y angustiante) el thriller y la ciencia ficción. Al iniciar la novela, se nos introduce a la aparentemente opaca vida de Martín Nigro, neurólogo especializado en trastornos de la memoria, quien además ha sido discípulo – y después empleado – de un enigmático científico a quien todos conocen como el doctor Fabrizio, considerado por algunos un sabio y por otros un mero charlatán. El doctor Fabrizio, obsesionado con la mnemotecnia y las teorías de oscuros personajes de la antigüedad y del presente respecto a la facultad de la memoria, instaura una Fundación, oficialmente dedicada a investigaciones sobre “drogas para olvidar hechos traumáticos, modelos informáticos que repetían ciertas funciones asociativas en el cerebro, estructuras mnemotécnicas, sustancias capaces de borrar diferencias entre la información de los sentidos”. En realidad, el edificio de la Fundación alberga una arquitectura ominosa y llena de secretos, y el personal de la misma, con el doctor Fabrizio a la cabeza, parece más una secta ocultista que un conjunto de profesionales de la salud, residentes en un edificio lleno de escaleras en espiral, estrambóticos anfiteatros y máquinas de misterioso funcionamiento.
El doctor Nigro decide abandonar la Fundación y ejercer su profesión de manera más prosaica, con la intención de olvidar. Ingresa entonces al servicio de neurología de un anónimo hospital, un ámbito caracterizado por la vulgaridad y el aburrimiento. Empero, esta rutina se verá alterada con la aparición de un paciente harto singular: carece por completo de recuerdos. No sabe quien es en el sentido absoluto del término. ¿Es el momento de aplicar algunas de las aparentemente excéntricas ideas del doctor Fabrizio? El hecho es que este paciente tiene una conexión con los constructores del edificio que alberga a la Fundación, a la que el protagonista debe retornar a fin de resolver los misterios que han surgido, como son la identidad del hombre sin memoria, su relación con el doctor Fabrizio, su obsesión por la peculiar arquitectura del edificio… todo esto sin contar con la aparición (inevitable en cualquier thriller que se respete) de la femme fatale.
Mientras tanto, todos aquellos que en alguna oportunidad tuvieron relación con el doctor Fabrizio comienzan a manifestar extrañas conductas. Uno de ellos, miembro de la directiva de la Fundación, se suicida luego de intentar un asesinato. El edificio de la Fundación parece cobrar existencia propia, y empieza a revelar sus secretos, entre ellos, recortes y anotaciones pertenecientes al doctor Fabrizio que inducen a preguntarse si puede existir una memoria sin conciencia, si los recuerdos pueden alterarse y si acaso el doctor Fabrizio que todos creen conocer realmente existe, más allá de unos recuerdos que cada vez aparecen como menos confiables. El mismo Martín Nigro descubrirá con sorpresa que no está libre de ser simplemente un doctor Nadie, un falso recuerdo del doctor Fabrizio. ¿Quién era entonces el doctor Fabrizio? ¿Cuán lejos llegó con sus experimentos sobre la memoria? ¿Qué papel juegan las misteriosas máquinas que alberga la Fundación? ¿Qué significado tiene su arquitectura? El teatro de la memoria es un fascinante misterio cuya aparente solución dejará estupefacto al lector más exigente.
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